
"Brasil vive un momento especial, con su imagen positiva en el exterior. Por ello queremos aprovechar para que también nuestra literatura sea más conocida en el mundo", afirmó Galeno Amorim, presidente de la Fundación de la Biblioteca Nacional.
Además, este organismo colaborará con el Ministerio de Asuntos Exteriores (Itamarati) para crear una residencia de traductores brasileños que trabajen en el extranjero y otra de traductores españoles que trabajen en Brasil.
La ayuda ofrecida a las editoriales que deseen traducir en sus países a autores extranjeros dependerá de la envergadura del libro y podrá alcanzar hasta los 5.700 euros por obra traducida.
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