El escritor, quien visita el país por primera vez para participa de la Feria del Libro, remarca el vigor de la literatura centroamericana.
En ese sentido, el poeta cita al guatemalteco Miguel Angel Asturias, el costarricense Joaquín Gutiérrez, el hondureño Julio Escoto, el nicaragüense Lisandro Chávez Alfaro y el salvadoreño Manlio Argueta.
El hondureño no oculta su satisfacción por participar en la Feria del Libro: "He asistido a otras ferias de Latinoamérica tan grandes como esta (como las de Guadalajara y Bogotá), pero siempre estuve al tanto, de oídas y de leídas, de la Feria del Libro de Buenos Aires. De modo que me entusiasma la idea de asomarme a la de ustedes, que lleva nada menos que 38 ediciones".
En el caso de la poesía centroamericana, su mirada conlleva un reclamo y un anhelo, que tenga mayor difusión y que siga creciendo la producción de los más jóvenes.
"Siempre hubo una buena poesía en la región, paradójicamente tan trascendente como desconocida, a excepción, por supuesto, de Nicaragua. Ahora se oyen nuevas voces de jóvenes, felizmente de hombres y mujeres por igual, lo que nos hace pensar que la tradición poética se afianza cada vez más", considera.
En ese sentido, el poeta cita al guatemalteco Miguel Angel Asturias, el costarricense Joaquín Gutiérrez, el hondureño Julio Escoto, el nicaragüense Lisandro Chávez Alfaro y el salvadoreño Manlio Argueta.El hondureño no oculta su satisfacción por participar en la Feria del Libro: "He asistido a otras ferias de Latinoamérica tan grandes como esta (como las de Guadalajara y Bogotá), pero siempre estuve al tanto, de oídas y de leídas, de la Feria del Libro de Buenos Aires. De modo que me entusiasma la idea de asomarme a la de ustedes, que lleva nada menos que 38 ediciones".
En el caso de la poesía centroamericana, su mirada conlleva un reclamo y un anhelo, que tenga mayor difusión y que siga creciendo la producción de los más jóvenes.
"Siempre hubo una buena poesía en la región, paradójicamente tan trascendente como desconocida, a excepción, por supuesto, de Nicaragua. Ahora se oyen nuevas voces de jóvenes, felizmente de hombres y mujeres por igual, lo que nos hace pensar que la tradición poética se afianza cada vez más", considera.
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